Por William Mercay

La Teoría Sintérgica, desarrollada por Jacobo Grinberg-Zylberbaum, intenta dar respuesta a una de las preguntas más profundas y desafiantes de la humanidad: ¿Cómo se transforma la actividad cerebral en experiencia consciente? Esta teoría, que mezcla elementos de neurofisiología, física cuántica y misticismo, se presenta como un intento ambicioso de unificar el mundo de lo material con lo espiritual, creando un puente entre la ciencia y la metafísica. Sin embargo, al analizar la teoría desde una perspectiva rigurosamente científica, surgen serias dudas sobre su validez como marco científico formal.

La Ambigüedad Conceptual

Uno de los problemas más evidentes de la Teoría Sintérgica es la falta de claridad en sus conceptos clave. Términos como “Lattice del espacio”, “Campo Neuronal” y “Orbitales de la Conciencia” son utilizados de manera vaga, sin proporcionar definiciones claras y operativas. En ciencia, es fundamental que los conceptos sean precisos y cuantificables para que puedan ser verificados empíricamente. Grinberg, sin embargo, parece oscilar entre el lenguaje científico y el esotérico, diluyendo la precisión requerida para una teoría científica.

El concepto de “Lattice” es especialmente problemático. Grinberg lo describe como una estructura que contiene la información total del universo en cada uno de sus puntos, una noción que recuerda a la holografía o a ciertas interpretaciones de la física cuántica. Sin embargo, en lugar de desarrollar esta idea con la rigurosidad que la física moderna demanda, Grinberg la combina con nociones místicas de diversas culturas, lo que convierte a su teoría en una amalgama difícil de seguir, menos aún de probar.

Falta de Evidencia Empírica

Una teoría científica debe ser comprobable a través de experimentación y observación objetiva. La Teoría Sintérgicacarece de este componente esencial. Aunque Grinberg intenta basarse en la neurofisiología, sus ideas no están respaldadas por investigaciones empíricas sólidas que puedan ser replicadas por otros investigadores. El campo neuronal que él describe, si bien interesante como hipótesis, no cuenta con estudios experimentales que lo validen. El concepto de “interacciones entre la Lattice y el cerebro” no es algo que pueda observarse o medirse con los instrumentos científicos actuales.

La ciencia moderna exige la capacidad de refutación. Si una teoría no puede ser refutada, es decir, si no existen experimentos que puedan demostrar que está equivocada, entonces esa teoría se sitúa fuera del ámbito de la ciencia. Esto es exactamente lo que ocurre con la Teoría Sintérgica. Sus afirmaciones, al estar basadas en nociones abstractas y especulativas, no permiten diseñar experimentos que puedan probar su falsedad. Esto la convierte en una propuesta no científica.

Mezcla de Ciencia y Misticismo

Otro de los problemas que enfrenta la Teoría Sintérgica es su insistencia en mezclar ciencia y misticismo. Si bien la ciencia y la filosofía han tenido fructíferos diálogos a lo largo de la historia, Grinberg va más allá al integrar creencias místicas en su teoría. Mencionando influencias del budismo, el chamanismo mexicano, y el misticismo judío y cristiano, Grinberg complica aún más su intento de darle un carácter científico a una teoría que, de entrada, parece más una visión esotérica que una explicación científica.

Es cierto que la ciencia debe ser abierta a nuevas ideas, pero para ser consideradas válidas, esas ideas deben poder ser verificadas o al menos estar dentro del marco metodológico que permita su validación futura. Al introducir elementos espirituales, Grinberg saca a su teoría del ámbito científico y la coloca en el terreno de lo metafísico. Esto no es un problema en sí mismo; la filosofía y la espiritualidad tienen su valor. Sin embargo, cuando se pretende que una teoría como la Sintérgica tenga el mismo peso que una teoría científica, se está tergiversando lo que la ciencia representa.

Un Esfuerzo Valioso, pero Falto de Rigor

No se puede negar que Grinberg, en su búsqueda por entender los misterios de la conciencia y la percepción, hizo un esfuerzo genuino por explorar áreas que la ciencia tradicional a menudo deja de lado. En un mundo donde la ciencia y la espiritualidad a menudo se perciben como polos opuestos, su intento por unir ambos mundos es admirable.

Grinberg estaba claramente motivado por el deseo de comprender los aspectos más profundos de la experiencia humana, y en ese sentido, su trabajo puede considerarse valioso. No obstante, el problema surge cuando intenta imponerle un marco científico a una visión que, por su naturaleza, pertenece más al campo de lo metafísico que de lo verificable científicamente. La metodología científica tiene un conjunto de reglas muy específicas: observación, hipótesis, experimentación y comprobación. La Teoría Sintérgica, a pesar de sus buenas intenciones, carece de estos componentes esenciales.

Conclusión

La Teoría Sintérgica de Jacobo Grinberg-Zylberbaum, aunque bien intencionada, no logra cumplir con los requisitos básicos de la ciencia. Sus conceptos son ambiguos, su falta de evidencia empírica es insalvable, y su integración de elementos místicos diluye cualquier intento serio de posicionarse dentro del marco científico. Sin embargo, esto no significa que su trabajo no tenga valor. Grinberg merece reconocimiento por su empeño en tratar de dar forma científica a aspectos de la experiencia humana que trascienden lo medible y lo observable. En última instancia, su trabajo es un recordatorio de que la ciencia, aunque poderosa, no siempre puede dar respuesta a las preguntas más profundas sobre la existencia y la conciencia.

Bibliografía

  • Grinberg-Zylberbaum, J. La teoría sintérgica. INPEC, 1991.
  • Grinberg-Zylberbaum, J. Meditación Autoalusiva. INPEC, 1987.
  • Grinberg-Zylberbaum, J. Los Chamanes de México. INPEC, 1987.